martes, 22 de febrero de 2011

Metodología del Ejercicio

Una de las formas más efectivas de desarrollar el pensamiento creador en la época actual es la enseñanza de problemas realizada de forma activa mediante la utilización de métodos problemáticos. La esencia de la enseñanza problemática consiste en mostrar al alumno el camino para lo obtención del concepto, las contradicciones que surgen en este proceso y las vías para su solución, contribuyendo así a que éste, de ser objeto de influencias pedagógicas, se convierta en sujeto activo del proceso. Para todo ello es necesario que el profesor utilice métodos activos, que sea un creador, un guía que estimule a los estudiantes a aprender, a descubrir y sentirse satisfecho por el saber acumulado.
Esto se lleva a cabo demostrando en la práctica como se ejecuta el ejercicio, tratando de que él mismo adquiera las habilidades motrices y los hábitos motores. Lo cual puede lograr si aplica correctamente la enseñanza problemática, pues precisamente sus funciones son:
  • Garantizar que paralelamente a la adquisición de conocimientos se desarrolle un sistema de capacidades y hábitos necesarios para la actividad intelectual.
  • Contribuir a la formación del pensamiento de los estudiantes, como fundamento de la concepción científica del mundo.
  • Propiciar la asimilación de conocimientos al nivel de su aplicación creadora y que no se limite al nivel reproductivo.
  • Enseñar al alumno a aprender, pertrechándolo de los métodos del conocimiento y del pensamiento científico.
  • Contribuir a capacitar al educando para el trabajo independiente al adiestrarlo en la revelación y solución de las contradicciones que se presentan en el proceso cognoscitivo.
  • Promover la formación de motivos para el aprendizaje y de las necesidades cognoscitivas.
  • Contribuir a la formación de convicciones, cualidades, hábitos y normas de conducta.
  • Propiciar la formación de la Cultura Física y el Deporte.
Como se observa, la enseñanza problemática contribuye al cumplimiento del sistema de principios didácticos, el del carácter científico y partidista, el de vinculación de la escuela con la vida, del papel dirigente del profesor, la actividad independiente del alumno y el carácter consciente y activo del proceso de enseñanza.
Todo proceso docente educativo que se realice en la Universidad debe tener como propósito la participación activa del estudiante en la formación de sus conocimientos y habilidades, su forma de conducirse. Esto no puede lograrse a través de la enseñanza tradicional que sitúa al estudiante como un ente pasivo.

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